En la esquina de la Facultad, en calles Salta y San Juan, se instaló recientemente un contenedor de residuos de envases PET. La idea surge de estudiantes del último año de Licenciatura en Administración Rural, quienes cursan la asignatura electiva “Sostenibilidad”. En ese marco se propusieron llevar adelante proyectos que contribuyan en concreto a alguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.

Los estudiantes Pablo Fink, Cristian Gómez y Emiliano Reggi, en el momento de la instalación del recolector de residuos PET.
El contenedor, con forma de botellón, se instaló para que los integrantes de la comunidad de la Facultad y los vecinos dispongan allí las botellas PET (polietileno tereftalato) que son las más comunes utilizadas en las bebidas. A partir de allí han realizado un acuerdo con la cooperativa de reciclado CORNER, que realizará el retiro periódico.
“Los envases plásticos son prácticos y de bajo costo de producción, pero sus costos ambientales son altísimos, entre otros daños, los residuos demoran por lo menos cientos de años en descomponerse, pero mientras tanto ocasionan cuantiosos daños a la flora, a la fauna, los ecosistemas y a las mismas personas con sus gases tóxicos entre otros. Hay que buscar soluciones alternativas, pero es necesario comenzar a actuar ya.” expresó uno de los estudiantes.
“Por ello, nos propusimos, dentro de lo que está a nuestro alcance, proporcionar esta vía para que los estudiantes, personal de UTN y vecinos puedan depositarlos aquí y la cooperativa de recicladores se encargará de darles un mejor destino que ir a parar a los cuerpos de agua o a los basurales mezclados con otros restos que los hacen más difíciles de reciclar.”
“Es importante que los depositen limpios –ya que después los siguen manipulando otras personas- y en lo posible compactados –para que entre mayor cantidad en el contenedor-. Es fácil reducir el tamaño, aflojando la tapa, presionándolo y volviendo a ajustar la tapa se puede reducir hasta un quinto el volumen que va a ocupar.”
“Cada vez que desocupamos una botella, o que pelamos una golosina, ya nos parece que ese plástico que desocupamos no nos pertenece y que es problema de otro. No es así, cada residuo que generamos es nuestro costo ambiental, es parte de la huella que dejamos, podemos ser más responsables.”
“Es importante separar los residuos y entregarlos separados, eso es una gran contribución. En estos tiempos tan difíciles que nos tocan vivir, podemos aprender a ser más solidarios y no pasarle el problema a otro, aprender que no somos el centro de todo y que somos solo parte de un gran ecosistema que tenemos que cuidar para poder seguir dándole un lugar habitable a nuestros hijos y nietos.”
El cuidado del ambiente es responsabilidad de todos, los profesionales actuales deben estar altamente comprometidos con su entorno, y las Universidades naturalmente deben estar a la vanguardia de estos procesos.